Los primeros días de febrero las compañías encargadas de realizar publicaciones de libros más grandes del mundo se unieron para hacerle juicio a RapidShare. En la demanda se le pedía al sitio que 148 de sus títulos, los cuales estaban alojados en sus servidores para que cualquiera los descargara, se borraran y nunca más se les permitiera a los usuarios volverlos a subir.
Para el 10 de febrero la Corte de Hamburgo había determinado, preventivamente, que para el 17 de ese mismo mes RapidShare debería haber borrado todos los libros que se nombraban en la demanda y, además, determinó que desde ese momento el servicio debería comenzar a monitorear los archivos que subieran para asegurarse que ninguno de ellos sería una de estas publicaciones.
Y que lo harán, eso denlo por seguro, ya que una fuente de RapidShare reveló que cada vez que uno de estos 148 libros sea encontrado en sus servidores la compañía podría tener que pagar hasta US$340 mil e incluso podría llevar a los jefes de la empresa a pasar 2 años en prisión. Esta misma persona aseguró que apelarán esta decisión.
Lógicamente, los representantes de los demandantes están más felices que perro con dos colas. Tom Allen, CEO de la Asociación Americana de Editores comentó que esto es un “gran paso” ya que demuestra que compartir archivos con derechos de autor, al menos en Alemania, es ilegal y que por ese motivo otros que hacen lo mismo deberían tenerlo en cuenta.
Esto no es la primera vez que sucedió esto ni que le piden a RapidShare que filtren contenidos. A mediados del 2009 les estuve contando de un caso bastante similar donde GEMA, representante de la industria musical, enjuició al servicio y ganó, haciendo que filtren más de 5 mil canciones y que pagaran US$34 millones.
Fuente
jueves, 25 de febrero de 2010
RapidShare pierde juicio y tendrá que comenzar a filtrar libros
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